Hospital Sant Joan de Déu Barcelona

Guía Diabetes tipo 1

Centro para la Innovación de la Diabetes Infantil Sant Joan de Déu

Diabetes de 0 a 4 años: ¿qué papel deben tomar los padres?

Pataleta de un niño. Tim Malabuyo - Flickr - CC BY-NC 2.0
Edad: 
0 a 5
Emociones

El rol de los padres de los niños con diabetes irá cambiando a medida que el niño crezca. Cada niño y cada familia son diferentes, no obstante, hay semejanzas en las distintas etapas del desarrollo infantil que podemos conocer para ayudar mejor a nuestros hijos.

Aprender todo lo posible acerca de la diabetes nos permitirá responder a sus dudas y nos ayudará también a superar el miedo y la ansiedad. Si algo positivo tiene esta enfermedad es que obliga al que la padece y por extensión a la familia, a llevar una vida más saludable. Desde el punto de vista psicológico sucede algo parecido: predispone a los padres a estar más pendientes de las emociones, relaciones y atención educativa. Y esta atención siempre es positiva para las familias.

Estrategias cuando el niño es totalmente dependiente

El cuidado de la diabetes recae sobre los padres, ya que el niño es absolutamente dependiente y, por razón de su edad, no puede informar de forma fiable de los síntomas. En un principio el niño no responde a razonamientos, pero sí lo hace a los estímulos afectivos, y tiende a imitar los comportamientos.

  • Es necesario mantener una actitud positiva ante la diabetes, que los padres mantengan la calma delante del niño. Ya sabemos que los sentimientos de culpa, injusticia, frustración y dolor aparecerán en diversos momentos. Hay que reconocerlos, aceptarlos y aprender a manejarlos. Es mejor no manifestarlos delante del niño. El clima afectivo ayudará al niño a convivir mejor con la diabetes.
     
  • Durante estos primeros años, hay que explicar al niño de forma muy sencilla y nunca amenazadora todo lo relativo a la diabetes y a la terapia. En el momento en que sea capaz de ello, hay que alentarle para que haga ciertas tareas sencillas y no peligrosas: elegir el dedo para la extracción, las verduras preferidas en la dieta… Siempre teniendo en cuenta que los elementos esenciales de la terapia no pueden ser objeto de discusión. La terapia debe ser algo habitual de cada día.
     
  • Sobre los dos y tres años el niño se hace obstinado y protestón. Tranquilidad, es una fase del crecimiento y pasará. Lo mejor es distraerles y en última instancia ignorar sus rabietas.
     
  • El momento del pinchazo ocasiona sufrimiento en los padres e indefensión en los hijos. Los padres podemos tranquilizarnos pensando que el pinchazo de insulina es esencial para la vida del niño. Para tranquilizar al niño pequeño busquemos recursos: utilizar la distracción, inventar un cuento, permitir que elija el sitio para la inyección (teniendo en cuenta que debe rotar), tranquilizarles poniendo una tirita…
     
  • La aprobación de los padres tiene mucha importancia en esta etapa, por eso es mejor decir que el azúcar está alto, bajo o normal, que utilizar términos como bueno o malo. 
     
  • Compartir sentimientos y responsabilidades con la pareja y familia ayuda a manejar las situaciones difíciles.
Última modificación: 
30/12/2014