Hospital Sant Joan de Déu Barcelona

Guía Diabetes tipo 1

Centro para la Innovación de la Diabetes Infantil Sant Joan de Déu

¿Qué necesitan saber los profesores sobre diabetes?

Profesor corrigiendo exámenes en aula - Juan Carlos Mejía - Flickr - CC BY-NC 2.0
Edad: 
0 a 5, 6 a 8, 9 a 13, 14 a 18
Escuela y ocio
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Carmen Yoldi - Enfermera-Educación terapéutica en diabetes Hospital Sant Joan de Déu
Carmen Yoldi
Enfermera-Educación terapéutica en diabetes

La vida escolar de un niño o niña con diabetes no se diferencia de la del resto, ni tampoco debe representar ningún problema para el colegio. Generalmente, el niño o niña con diabetes debe inyectarse insulina durante el horario escolar. Por eso es necesario que los profesores conozcan los aspectos más importantes del tratamiento, así como las situaciones que pueden darse durante la jornada escolar. 

Mantener un intercambio de información fluido entre las familias y el colegio ayudará al niño o niña a mantener controlada su diabetes. Además, cuanto mejor informada esté la escuela, más fácil resultará su colaboración.

¿Qué es la diabetes?

La diabetes mellitus es una enfermedad que se caracteriza por el aumento de los niveles de glucosa en sangre, situación que recibe el nombre de hiperglucemia. Esto sucede como consecuencia de la disminución de la formación de una hormona llamada insulina por parte de las células beta del páncreas (diabetes mellitus tipo 1), por una actividad insuficiente de esta hormona (diabetes mellitus tipo 2), por causas genéticas (diabetes monogénica), o diabetes secundarias que aparecen como consecuencia de determinadas enfermedades o fármacos.

Gracias a la insulina el cuerpo utiliza la energía de la alimentación. En las personas con diabetes, la glucosa procedente de los alimentos no puede ser aprovechada de manera adecuada por las células de los tejidos, lo cual comporta serios problemas metabólicos y pérdida de peso.

La diabetes no es contagiosa y se puede controlar con inyecciones de insulina, una dieta sana y equilibrada y ejercicio.

¿Cómo se trata la diabetes tipo 1?

El tratamiento de la diabetes tipo 1 requiere de la administración de insulina mediante inyección subcutánea. Es necesario realizar controles de glucemia capilar para ajustar la dosis, adecuar el plan de alimentación y el ejercicio.

¿Cuándo se administra la insulina? 

La mayor parte de los niños y niñas se deben inyectar insulina varias veces al día: insulina de acción rápida antes de cada comida principal (desayuno, comida, merienda y cena) e insulina de acción lenta (una o dos veces diarias).

Si se queda a comer en el colegio, seguramente también deberá administrarse insulina en este momento.

A partir de los 8 o 9 años se inyectan la insulina ellos mismos, aunque en esas edades, deben ser supervisados por un adulto para asegurar que sea la dosis adecuada y se administre correctamente.

¿Cómo se hace un control de glucemia?

El niño o niña con diabetes tipo 1 debe controlar el valor de glucosa varias veces al día. La glucosa se puede determinar en sangre capilar (glucemia capilar) o mediante un sensor de medición continua.

Un control de glucemia capilar consiste en extraer una gota de sangre de la yema de un dedo de la mano, con la ayuda de un dispositivo automático y colocarla en una tira reactiva que previamente se ha introducido en un medidor de glucosa que nos dará el resultado.

El niño o niña se hará un control de glucemia capilar antes de inyectarse insulina si se queda a comer en el colegio, en ocasiones antes de realizar actividad física y en caso de notar síntomas de hipoglucemia.

La medición de la glucosa mediante un sensor subcutáneo se puede realizar de forma continua a mediante un sistema flash. El niño o niña lleva un sensor insertado en su tejido subcutáneo y conectado a un trasmisor que envía los datos a un receptor (dispositivo móvil, ipod y/o lector de glucosa). Ambos sistemas disponen de alertas de hipoglucemia e hiperglucemia que el paciente puede activar. El uso de estas alertas puede ayudar a detectar situaciones de valores extremos de hipoglucemia e hiperglucemia que podrían pasar desapercibidos de otro modo. En algunas ocasiones, según la sintomatología o si la situación de hipoglucemia no mejora, se aconseja realizar un control de glucemia capilar para comprobar el valor. Cuando se usan estos sistemas se puede utilizar el valor que se obtiene del sensor para decidir la dosis de insulina antes de la comida.

Los sistemas de monitorización continua de la glucosa envían continuamente el valor de la glucosa a un dispositivo móvil en el que se puede observar el valor actual, las flechas de tendencia de la glucosa y la curva de progresión de la glucosa. Algunos requieren calibración (realizar un control de glucemia capilar e introducirlo en el dispositivo).
Los sistemas de monitorización flash de la glucosa requieren un escaneo mediante el lector o el dispositivo móvil que se utiliza para obtener el valor. En la pantalla del dispositivo observaremos el valor de glucosa, las flechas de tendencia y la gráfica de progresión de la glucosa.

¿Qué alimentación dar en el colegio?

La alimentación de un niño o niña con diabetes tipo 1 debe ser saludable y equilibrada, adecuada a su edad, con la excepción de los azúcares de absorción rápida (caramelos, dulces y bebidas, como refrescos y zumos) porque pueden aumentar mucho la glucemia. Un niño o niña con diabetes debe incluir alimentos que contienen hidratos de carbono en su plan de alimentación. Cabe recordar que los alimentos que contienen hidratos de carbono aumentan los niveles de glucosa en sangre. Por este motivo se deben medir en cada ingesta, ya que la insulina rápida va asociada a la cantidad de hidratos de carbono que se ingieren. 

  • Se recomienda facilitar a los padres la planificación semanal del menú escolar para que puedan hacer los ajustes puntuales necesarios. Por ejemplo, para que un yogurt sea equivalente a una pieza de fruta de postre, éste debe ser de frutas, de sabores o azucarado.
     
  • Es importante respetar el horario de las comidas del niño. Generalmente, deben tomar un segundo desayuno coincidiendo con el horario del recreo de media mañana. 
     
  • Si hay alguna celebración en clase, es conveniente que el profesor sepa cómo actuar. Por lo que la comunicación con la familia debe ser fluida.

¿El ejercicio físico está recomendado?

El niño o niña con diabetes tipo 1 puede y debe hacer el mismo ejercicio que sus compañeros. El ejercicio puede provocar que la glucemia baje. Para evitarlo, se aconseja que el niño tome un alimento con hidratos de carbono antes de practicar ejercicio. La familia puede orientar a los profesores sobre las medidas a adoptar. Es conveniente que el profesor de educación física tenga fácil acceso a alimentos con azúcares en caso de hipoglucemia.

Está contraindicado practicar ejercicio en caso de descompensación de la glucemia (hiperglucemia e hipoglucemia).

¿Qué situaciones adversas puede encontrase un profesor relacionadas con la diabetes?

HIPOGLUCEMIA

La hipoglucemia es una crisis causada por niveles de azúcar en sangre bajos, es decir menor de 70 mg/dl.

Causas

  • Exceso de insulina.
  • Insuficiente ingesta de hidratos de carbono o retraso en la comida.
  • Exceso de ejercicio.
  • Vómitos y/o diarrea.

Síntomas

  • Palidez.
  • Comportamiento errático.
  • Irritabilidad.
  • Temblor.
  • Sensación de mucha hambre.
  • Sudor frío.
  • Somnolencia.
  • Pérdida de consciencia.

Tratamiento

Cuando se tiene una hipoglucemia, se debe administrar hidratos de carbono simples: azúcares, zumo de frutas o bebida azucarada. Gracias a su absorción rápida ayudarán a subir rápidamente los niveles de glucosa en sangre.

Las pautas para tratar una hipoglucemia son específicas para cada franja de edad. Los pasos a seguir son:

       1. Ofrecer alimentos.

  • Hasta los 4 años: 3-5 gr de azúcar o 30-50 cl de zumo.
  • De 4 a 10 años: 5-10 gr de azúcar o 50-100 cl de zumo.
  • Mayores de 10 años: 10-20 gr de azúcar o 100-200 cl de zumo.

       2. Esperar 15 minutos para dar tiempo a que mejore y después comprobar su estado con otro control de glucosa capilar.

  • Si la glucemia es menor de 70 mg/dl, repetir el paso número 1.
  • Si la glucemia es mayor de 70 mg/dl, debe tomar un alimento que contenga hidratos de carbono de absorción lenta como 2 galletas, un vaso de leche, un yogur, una rebanada de pan, etc.

Recomendaciones

  • Tener siempre azúcar a mano.
  • Verificar los niveles de glucosa ante la sospecha de hipoglucemia, en la medida de lo posible.
  • Administrar azúcar cuando haya la menor duda de hipoglucemia.
  • Dar azúcar o zumo sin mezclar con ningún otro alimento. Mezclarlo retarda la absorción del azúcar y, por tanto, su recuperación.
  • Administrar, cuando se haya recuperado de la hipoglucemia y únicamente si se prevé actividad física a lo largo de los próximos minutos, alimentos como leche, galletas, yogures, fruta, etc. (azúcares retardados), para mantener el nivel de glucosa hasta la próxima comida.
  • Mantenerlo en reposo hasta que se haya recuperado.
  • Acompañarle mientras se encuentre en esta situación, aunque sepa cómo resolverla por sí mismo.
  • Informar a los padres e indicarles las posibles causas, si se tiene sospecha. Las pequeñas hiploglucemias pueden ser relativamente frecuentes.

En caso de hipoglucemia grave

Es importante que la escuela cuente con la autorización previa por escrito de la familia para poder administrar glucagón. Se recomienda que la familia explique esta técnica a los profesores. 

Si el niño o niña no responde con el azúcar o está inconsciente, hay que:

  1. Administrar glucagón mediante inyección intramuscular en el brazo, las piernas o nalgas. El glucagón es una hormona que segregan las células alfa del páncreas. Ejerce el efecto contrario de la insulina, es decir, ayuda a que aumente la glucosa en sangre utilizando la glucosa que está almacenada en el hígado en forma de glucógeno. La cantidad a administrar varía según la edad:
    • Menores de 2 años: 1/3 de vial.
    • De 2-7 años: 1/2 vial.
    • Mayores de 7 años: 1 vial.
       
  2. Avisar a los padres y a los servicios de emergencia para trasladar al niño o niña al centro sanitario más cercano.

HIPERGLUCEMIA

La hiperglucemia es una crisis causada por niveles de azúcar en sangre elevados. En los niños y niñas con diabetes tipo 1, se considera alto un valor mayor de 180 mg/dl.

Causas

  • Menos insulina de la necesaria.
  • Ingesta excesiva de hidratos de carbono.
  • Enfermedad infecciosa.
  • Estrés.

Síntomas

En ocasiones no hay síntomas.

Si los valores son mayores de 250 mg/dl, los síntomas más frecuentes son:

  • Cansancio.
  • Dolor de cabeza.
  • Necesidad de orinar con frecuencia.
  • Sed intensa.

Tratamiento

  1. Administrar suplementos de insulina. Cuando la hiperglucemia se prolonga, la falta de insulina puede derivar en una descomposición metabólica por cetoacidosis y provocar un estado de coma.
     
  2. Informar a la familia e indicarle las posibles causas, si se tiene sospecha. Los padres facilitarán al colegio las pautas a seguir.

Recomendaciones

  • Permitir al niño o niña ausentarse de clase para ir al lavabo para que pueda beber agua y orinar.
  • Se desaconseja realizar ejercicio extra para bajar los valores de glucosa ya que, en esta situación, si un niño o niña con diabetes tipo 1 aumenta la práctica de ejercicio, podría incrementar más la glucosa.

  • Si aparecen vómitos o dolor abdominal intenso, avisar a la familia.

Posibles cambios psicosociales

El niño o niña con diabetes tipo 1 se enfrenta a una enfermedad crónica que comporta asumir muchas tomas de decisión cada día. Según la edad, es capaz de tomar muchas de esas decisiones. Está sometido a repetidos controles de glucosa en sangre, a varias inyecciones de insulina diarias, al seguimiento de un plan de alimentación equilibrado poco flexible en horarios, y a la práctica de ejercicio de manera controlada para mantener estables sus niveles de glucosa en sangre. No debemos olvidar la amenaza de sufrir hipoglucemias. 

Todo esto puede repercutir en su estado de ánimo. Una mala elaboración del duelo frente a la enfermedad, así como una falta de apoyo le puede provocar una mala aceptación y aparición de conflictos como irritabilidad, disminución en el rendimiento escolar, pasividad, tristeza, falta o poca comunicación, etc.

Última modificación: 
02/03/2022