Hospital Sant Joan de Déu Barcelona

Guía Diabetes tipo 1

Centro para la Innovación de la Diabetes Infantil Sant Joan de Déu

Manejar nuestras emociones: reacciones y sentimientos ante la diabetes

Padres consolando a su hijo triste
Edad: 
0 a 5, 6 a 8, 9 a 13, 14 a 18
Emociones

Vivir con diabetes es tarea complicada para los niños y para los padres y supone cambios en la vida de toda la familia.

Cuando al conjunto de problemas diarios se añaden los controles, los pinchazos, la preocupación por las comidas, el ejercicio y el miedo a las hipo/hiperglucemias, es normal que aparezca una sensación de ansiedad y diversas formas de reaccionar a estas dificultades.

Algunas reacciones que, a menudo son experimentadas por el niño y por los padres, pueden incluir sentimientos de ira, tristeza, miedo, impotencia, culpa… Todas estas emociones, aún siendo desagradables, son reacciones necesarias para hacer frente a una situación nueva que supone una amenaza y resulta difícil de manejar.

Es normal sentir enojo ante algo difícil de controlar y miedo al futuro y a no ser capaz de actuar con competencia. Duelo y tristeza son emociones que suelen acompañar a los primeros tiempos del diagnóstico y también cuando se va tomando conciencia de la enfermedad. Un cierto sentimiento de injusticia aparece con frecuencia. “¿Por qué a mí precisamente? ¿Por qué a mi hijo?”, nos preguntamos. Cuando parece que los resultados no se corresponden con los esfuerzos –“Haga lo que haga los niveles suben y bajan”- aparecen: la frustración, la impotencia, incluso sentimientos de culpa.

Aprender a manejar adecuadamente nuestras emociones

Para hacerlo es importante:

  • Admitir que las tienes. Reconocerlas, encararlas y externalizarlas.
  • No avergonzarse de ellas. Recordar que las emociones son útiles, si no te controlan.
  • Razonarlas, no sobrecargar con tintes negros nuestro miedo, tristeza o enfado.
  • Buscar ideas contrarias, como la confianza, el valor o el optimismo.
  • Asociar creencias personales de seguridad, imaginarnos dominando la situación que nos atemoriza. No pensar en escenarios de fracaso.
  • Puesto que el futuro nos preocupa, tratar de existir en el momento -aquí y ahora-.

La asistencia psicológica puede ayudarte a reconocer y trabajar los pensamientos y las conductas que se asocian a tus emociones negativas. 

Última modificación: 
16/07/2014