Hospital Sant Joan de Déu Barcelona

Guía Diabetes tipo 1

Centro para la Innovación de la Diabetes Infantil Sant Joan de Déu

Cómo expresan los niños sus sentimientos y cómo podemos ayudarles

Rabieta de un niño - Autor: Eduardo Millo - Flickr - CC BY-NC-ND 2.0
Edad: 
0 a 5, 6 a 8
Emociones

Atender a las emociones de sus hijos es una tarea importante para todos los padres, y eso incluye a los padres de niños con diabetes. Esta atención es fundamental en los primeros años de la vida del niño, porque garantiza su futuro desarrollo social y una buena calidad de vida.

Los padres deben trabajar durante estos primeros años habilidades como el control de las conductas impulsivas, la empatía, la motivación, el respeto y la colaboración.

La acción más importante que los padres pueden practicar para el desarrollo emocional de sus hijos pequeños es la formación del vínculo: mostrar su amor, cuidado y comunicarse con ellos. 

Las rabietas expresan frustración

En los primeros años de vida las rabietas son utilizadas por el niño para expresar su frustración o para conseguir lo que quiere. No deben preocuparnos; debemos mantener la calma, hablar de forma tranquila y no ceder a sus peticiones. Aunque el niño no entienda las explicaciones, las palabras le calmarán. Le ayudará oír que entendemos que esté triste, que tenga miedo, pero que pronto se sentirá mejor.

La escucha refleja: escuchar sin juzgar

El diagnóstico y el curso de la diabetes generan muchas situaciones insatisfactorias en los niños. No podemos protegerles siempre, pero podemos ayudarles a que entiendan y manejen lo mejor posible los sentimientos molestos que resultan de la vida con diabetes.

Pautas a seguir cuando el niño tiene edad para hablar de sus sentimientos

Alrededor de los tres años el niño puede empezar a hablar de sus sentimientos. Es el momento de:

  • Ayudarle a que se exprese libremente. Alentarle a que lo haga.
  • Escucharle atentamente.
  • Aceptar sus sentimientos, sin criticarlos. Esto no quiere decir que aceptemos conductas inadecuadas: “entiendo que estés enfadado con… pero no puedes pegarle”. 
  • Además de escuchar y entender, podemos resumir al niño lo que entendemos que él está diciendo, pensando y sintiendo. A esto se le llama escucha refleja. Este tipo de escucha ayudará al niño a comprender sus sentimientos y las situaciones que los provocan. “Te sientes triste porque piensas que… pero podemos hacer...” Podemos buscar con él respuestas alternativas para manejar sus sentimientos desagradables.
  • No bloquear la expresión de las emociones en los niños diciendo “no llores más”. No olvidemos que enseñar a controlar las emociones no es lo mismo que reprimirlas.

Ayudarles a reconocer las emociones desde pequeños para manejarlas mejor

El niño puede sentir emociones agradables o desagradables, pero todas las emociones son útiles y necesitan ser sentidas y manifestadas. 

En ocasiones el niño puede expresar sentimientos que nos causan temor o dolor: “estoy harto de la maldita diabetes”, “un niño me ha dicho que no puedo jugar porque estoy enfermo”…

Asimismo, cuando el niño experimenta, por causa de la diabetes, emociones como vergüenza, culpa, miedo o sensación de ser castigado injustamente, puede aparecer un comportamiento hostil frente a sus padres, irritabilidad y pataletas. Debemos procurar entonces no sobrecargarnos con angustia y culpa. El niño necesita que le acompañemos -de una manera tranquila- sentirse querido y protegido. 

Los niños expresan sus emociones a través de sus conductas -mal humor, aumento de violencia, trastornos del sueño, aumento de miedos-  pero es conveniente que desde pequeños aprendan a reconocer sus emociones, los acontecimientos que las provocan y cómo manejarlas. El mejor lugar para ese aprendizaje es la familia.

Recuerda que las emociones tienen un fundamento genético, pero su expresión es social. Por ello, la familia es fundamental como modelo emocional para el niño.

Última modificación: 
23/07/2018

Comentarios

Hola, tenemos un dulce guerrero de 6 años. Hace 1 año del debut. En julio le pusimos la bomba con sensor y el niño estaba contentisimo. Realmente mejora la calidad de vida de toda la familia. En septiembre,al inicio del cole empezó a comportarse de forma irritada, se negaba a ponerse insulina, insistencia en comer excesivos hidratos, comer por comer sin tener hambre. Empezó a manifestar que no quería tener diabetes. Un dia decidió ponerse un bolus de insulina él solo, bolus para 3 dias, que por suerte pudimis solucionar con glucagon antes de peligro. Después de hablar con el, explicarle que necesita ayuda de un adulto para calcular y poner un bolus, lo volvió a hacer dos veces mas. Evidentemente su intención era comer cosas extra y ponerse la correspondiente insulina sin tener que pedir permiso. Por evitar mas situaciones de peligro, junto con el endocrino, decidimos volver a poner la insulina con bolis para controlar que no se administre el solo la insulina. La respuesta del niño ha sido comer a cualquier hora todo lo que le apetece, tenga o no hambre, dulces, galletas, chocolate, chuches, azúcar.... Va al cole, coge el desayuno de los compis de clase que llevan porquerias..., se las esconde y se las va comiendo cuando le apetece. En casa también lo hace.... y claro está todo el dia de 200 para arriba..., gracias al sensor quenos avisa podemos ir corrigiendo con insulina, pero vuelve a comer algo y otra vez.... Hablamos con él constantemente, he probado de todo, dialogo, incentivar, castigar..., todo le da igual... cuando le pregustas porque lo hace? Te dice porque no quiere tener diabetes. Le decimos como podemos ayudarte? Responde, tendrias que ser medico científico... y el caso es que llevamos asi 3 meses... y no veo cambio de intenciones... recibe apoyo psicológico, pero no quiere hablar del tema. Y yo como Madre ya no se que hacer....