Campamentos y colonias para niños y jóvenes con diabetes tipo 1
Por mucho miedo que les cause a los padres de niños con diabetes, los campamentos aportan muchos beneficios. Estas actividades les permiten sentirse iguales a sus compañeros, integrarse con ellos y ganar independencia.
Algunas asociaciones organizan campamentos para niños con diabetes en las que ponen en práctica muchos conceptos útiles: cálculo de raciones de hidratos de carbono, nuevos sitios dónde pincharse, cómo modificar la insulina según el ejercicio que hagan, etc. Sean específicas para niños con diabetes o no, los niños disfrutarán más de las colonias cuánta más información tengan ellos, sus compañeros y sus educadores.
- Explicar a los acompañantes y educadores, cómo remontar una hipoglucemia y cómo administrar glucagón en caso necesario. Cuando se explica, nunca hace falta, pero por si acaso…
- Informarse previamente de las actividades que realizarán durante esos días. Es muy útil tener el programa con antelación para poder comentar con el niño qué hacer en cada momento, dependiendo de si va a estar jugando un partido de fútbol o haciendo un bizcocho para merendar.
- Por precaución, debe bajarse la insulina lenta un 20-25% la noche antes de irse. La mayoría de campamentos incluyen prácticas deportivas intensas o de larga duración. El ejercicio nos hace más sensibles a la insulina y, por lo tanto, el niño necesitará una menor dosis de insulina. Si, por ejemplo, el primer día se moverá poco porque tiene un largo viaje en autobús, sería mejor que se bajara la insulina lenta la primera noche fuera de casa. Mientras esté de colonias, continuará con esa dosis de insulina más baja. Puede incluso que cuando vuelva a casa todavía necesite esa dosis durante unos días, ya se le ajustará entonces dependiendo de sus controles.
- También hay que disminuir la dosis de insulina rápida previa un 20% aquella mañana o aquella tarde en la que realice una actividad física. Por ejemplo, si tiene una carrera en bici por la mañana, disminuirá la dosis de insulina del desayuno. Si es una excursión que dura todo el día, tendrá que bajar todas las insulinas rápidas del día. Si el ejercicio es intenso o a última hora de la tarde, hay que bajar también la insulina rápida de la noche por la posibilidad de realizar una hipoglucemia tardía.
- Hacer controles frecuentes de azúcar. Deberían controlarse la glucemia antes del ejercicio, durante (si es largo o intenso) y después. Es preferible evitar una bajada, que tenerla y después no pueda realizar una actividad.
- Si la glucemia previa al ejercicio es menor a 100 mg/dl, hay aportar una ración o ración y media de hidratos de carbono antes de empezar.
- Por cada hora de práctica de ejercicio extenuante, es recomendable comer una ración de hidratos de carbono de absorción lenta para mantener un correcto nivel de azúcar.
- Si la glucemia antes de ir a dormir es menor a 120 mg/dl, se debe comer una ración de hidratos de carbono de absorción lenta para evitar la hipoglucemia nocturna.
- No olvidar el material que necesitaremos: bolígrafos de insulina, agujas, medidor de glucemia capilar, tiras reactivas, pinchador, lancetas, glucagón y nevera, hidratos de absorción lenta y rápida y un número de teléfono al que llamar en caso de necesidad.
Cualquier padre sufre cuando el hijo se va de colonias y, si tiene diabetes, aún más. Pero les aporta tantos beneficios que hay que olvidar ese miedo y motivarlos para que vayan. ¿Por qué se lo tendrían que perder?
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