La diabetes tipo 1 y el ayuno durante el Ramadán
El Ramadán, que es el mes sagrado del Islam, coincide con la fecha en la que el profeta Mahoma recibió la primera revelación del Corán, el libro sagrado de los musulmanes. Se celebra el noveno mes del calendario lunar y cada año comienza unos 11 días antes, con la luna nueva, alargándose entre 29 y 30 días.
El Ramadán tiene implicaciones religiosas, mentales, morales y sanitarias. Durante el Ramadán, los musulmanes deben cumplir con el ayuno o sawn, considerado un método de auto purificación. Además de abstenerse de beber y comer, los musulmanes que ayunan durante el Ramadán también deben abstenerse de tomar medicaciones por vía oral, tener relaciones sexuales y fumar.
El ayuno consiste en no comer ni beber desde antes del amanecer hasta después del atardecer. La mayoría de las personas toman dos comidas al día durante el Ramadán: una, antes del amanecer (conocida como Suhur) y, otra, después de la puesta del sol (Iftar). Dependiendo de la ubicación geográfica y la estación del año, la duración del ayuno diario puede variar de unas pocas horas a más de 20 horas.
Los pacientes con diabetes tipo 1 están exentos de ayunar
Ayunar durante el Ramadán es un deber obligatorio para todos los musulmanes adultos sanos. Sin embargo, el Corán exime específicamente a los enfermos del deber del ayuno, especialmente si se pone en riesgo su salud. Por ejemplo, están exentos del ayuno los niños, las mujeres embarazadas, en periodo de postparto y lactancia, durante la menstruación, ancianos y cualquier persona que pueda enfermarse ayunando. Y por tanto, quedan eximidas del ayuno las personas con diabetes tipo 1.
Aunque se recomienda a estos pacientes no ayunar, el estudio EPIDIAR, realizado a 12.243 personas con diabetes de 13 países islámicos, constató que el 43% de pacientes adultos con diabetes tipo 1 hacían ayuno durante el Ramadán.
Para las personas con diabetes ayunar durante el Ramadán supone un fuerte desafío para su salud y para su equipo sanitario, especialmente si tienen un mal control de la enfermedad. Representa una decisión personal importante, que debe tomarse después de conocer y analizar de forma minuciosa con el equipo de diabetes los riesgos potenciales que pueden estar asociados con el ayuno durante el Ramadán.
¿Cuándo se considera que ayunar implica un alto riesgo para la salud?
Se considera un grupo de muy alto riesgo, y deben evitar el ayuno los pacientes con diabetes tipo 1 que presenten:
- Mal control glucémico.
- Antecedentes de hipoglucemia recurrente o desapercibida, es decir, un riesgo muy alto de presentar una hipoglucemia grave.
- Episodio de hipoglucemia grave o cetoacidosis durante los 3 meses previos al Ramadán.
¿Qué riesgos pueden asociarse al ayuno en pacientes con diabetes?
- Hipoglucemia.
- Hiperglucemia.
- Cetoacidosis diabética.
- Deshidratación y trombosis.
Recomendaciones para el ayuno en el Ramadán
Las personas con diabetes que deciden ayunar durante el Ramadán deben seguir las siguientes consideraciones.
Control de glucemia capilar
- Es fundamental realizar controles de glucosa de forma más frecuente durante el periodo de ayuno.
- Se sugiere realizar controles antes del desayuno, cada 2-3 horas durante el ayuno, antes de la ingesta después de la puesta de sol y 2 horas después.
- Si presenta síntomas de hipoglucemia o hiperglucemia, es preciso hacer un control de glucemia capilar.
Hidratación
La falta de hidratación puede llegar a ser un problema, sobre todo durante la época de verano, con días más largos, calurosos y ambiente húmedo.
- Se debe intentar ingerir abundantes líquidos (agua y bebidas sin azúcar) durante las horas de “no ayuno”.
- Evitar bebidas con cafeína.
Planificación de la alimentación
La alimentación durante el Ramadán no debería variar significativamente y, por tanto, debe planificarse siguiendo el patrón de una alimentación saludable y equilibrada.
Algunas recomendaciones:
- Mantener porciones razonables.
- Desayunar lo más tarde posible, antes del inicio del ayuno.
Se recomienda que el desayuno contenga de forma equilibrada carbohidratos integrales, así como proteínas y grasas para ayudar a retrasar la digestión y ayudar a que la sensación de plenitud dure lo máximo posible durante el día.
Una propuesta de desayuno saludable:
- Cereales integrales, tostadas de pan integral, Roti de trigo integral (pan sin levadura).
- Leche, requesón, yogur griego.
- Huevos.
- Almendras tostadas, nueces.
- Lentejas o habas (plato de desayuno típico de Medio Oriente).
- Pieza de fruta.
Tradicionalmente, el ayuno se acaba (Iftar) después de la puesta del sol y comienza con la ingestión de dátiles y agua.
- Si bien esta comida es un momento de celebración, se debe procurar moderación (no comer en exceso).
- En esta ingesta, se recomienda el consumo de granos integrales y fuentes de carne magra, aves de corral y pescado.
Insulina
Se debe tener en cuenta el mecanismo de acción de cada una de las insulinas que se usa.
Insulina de acción prolongada
- Si la pauta es una vez al día, por la noche (NPH, insulina detemir, insulina glargina o insulina Degludec): administrarla en el momento de terminar el ayuno y reducir la dosis entre un 15-30%.
- Si la pauta es dos veces al día (NPH o insulina detemir): necesitará menos dosis de insulina lenta en el momento de iniciar el ayuno (antes del amanecer) y mayor dosis al terminarlo (después del atardecer).
Insulina de acción rápida (Lispro, aspártica o glulisina)
- Reducir entre un 25-50% la dosis de insulina (en la ingesta antes del ayuno).
- Omitir el bolus de la comida y de la merienda (en ayuno).
- Mantener la misma dosis en la ingesta, al terminar el ayuno.
Se deben realizar los ajustes de la pauta de insulina cada 3 días, de acuerdo con los niveles de glucosa.
¿Cuándo se debe interrumpir el ayuno?
Los pacientes con diabetes deben comprender que deben interrumpir el ayuno si presentan:
- Hipoglucemia (menos de 70 mg/dl).
- Hiperglucemia (más de 300 mg/dl).
- En “días de enfermedad” o si se sienten mal.
En general, las personas con diabetes tipo 1 están exentas de cumplir el ayuno durante el Ramadán, dado que conlleva a un riesgo para la salud. Sin embargo, la decisión de hacerlo debe tomarse después de conocer y analizar de forma minuciosa los riesgos potenciales con el equipo sanitario y de crear un plan individualizado previo al Ramadán, que proporcione una guía con estrategias para que se pueda realizar un ayuno lo más seguro posible.
*En la redacción de este artículo ha colaborado Khadija Abdelhadi, mediadora intercultural del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona.
Comentarios