Diabetes y residuos: qué hacer con el material desechable
El control de la diabetes requiere hacer uso de diferentes materiales y dispositivos (agujas, lancetas, tiras de glucosa, etc.). Desechar correctamente dichos productos nos ayudará a evitar pinchazos accidentales (tanto de familiares de personas con diabetes como de los trabajadores del servicio de recogida de basuras), a evitar la exposición a productos tóxicos y a ser respetuosos con el medio ambiente.
Consejos para almacenar el material punzante
Selecciona un envase para los desechos
En algunas regiones, los centros de salud entregan a las personas con diabetes contenedores especiales para almacenar en casa el material cortante y punzante. Si no es tu caso, te recomendamos utilizar algún recipiente que encuentres en casa, como un bote de café, una botella de suavizante o un paquete de detergente con tapa.
Los mejores envases son aquellos que están hechos de plástico grueso y rígido con tapa. Es importante que la tapa encaje bien para que no salgan los residuos por fuera. No es recomendable utilizar envases de vidrio, porque son más frágiles a los golpes y podrían romperse. Descarta también los recipientes de productos retornables, para evitar confusiones y que el material desechable acabe en el lugar equivocado.
Pon una etiqueta al envase
De esta forma, en casa todos sabréis cuál es el contenido del envase, especialmente si no es transparente.
Busca un lugar adecuado
Es ideal dejar el envase de los desechos siempre en el mismo lugar, para no tener que buscarlo por toda la casa.
Deposita cada residuo en el lugar adecuado
Cada tipo de residuo debe desecharse en un lugar diferente para que pueda ser tratado adecuadamente.
- Agujas, lancetas, jeringas y cualquier elemento punzante: una vez protegido el elemento punzante, se debe almacenar en un contenedor rígido y depositarlo en el contenedor de basura doméstica, junto con los restos que no se reciclan.
- Catéteres, bolsas isotérmicas para transporte de la insulina: pueden tirarse al contenedor de basura doméstica sin un tratamiento especial.
- Tiras reactivas, apósitos, gasas: no se deben tirar nunca al inodoro o lavamanos. Será suficiente con tirarlo en el contenedor de basura doméstica.
- Envases y restos de medicación, incluidos “bolis” de insulina: deposítalos en los contenedores destinados a ello que encontrarás en las farmacias, llamados puntos SIGRE.
- Glucómetros y sensores: puedes llevarlos a los comercios donde compras este tipo de dispositivos o depositarlos en puntos limpios para su reciclaje. Los glucómetros y sensores contienen componentes que pueden ser altamente peligrosos, como el mercurio, el plomo o el cadmio. Estos dispositivos no implican riesgos durante su uso, pero sí cuando se desechan, se rompen y sus componentes se mezclan con otros residuos. Las entidades sin ánimo de lucro que gestionan los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) se ocupan de separar y preparar los componentes para su reutilización, ya que muchos de ellos podrían volverse a utilizar en la fabricación de otros aparatos eléctricos y electrónicos, evitando así la extracción de nuevas materias primas.
- Pilas: deposítalas en contenedores específicos para pilas que a menudo se encuentran en supermercados o comercios de aparatos electrónicos. Además de altamente contaminantes para el medioambiente, las pilas pueden resultar tóxicas para nuestra salud si no se desechan adecuadamente. Se calcula que una sola pila de mercurio es capaz de contaminar miles de litros de agua.
Adaptación del tríptico informativo “Millorem la gestió dels residus associats a la diabetis” (documento en catalán). Agencia de Residuos de Cataluña.
En cada país, pueden existir reglas especiales y centros de recolección específicos para desechar estos materiales. Si en el tuyo no existe una política específica para la gestión de residuos, puedes preguntar si tu farmacia o centro de salud recoge este tipo de material.
Recuerda que con estas acciones estarás evitando accidentes y protegiendo el medio ambiente.
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