Hospital Sant Joan de Déu Barcelona

Guía Diabetes tipo 1

Centro para la Innovación de la Diabetes Infantil Sant Joan de Déu

15 estrategias para reducir la sensación de dolor al pinchar la insulina

15 estrategias para reducir la sensación de dolor al pinchar la insulina
Edad: 
0 a 5, 6 a 8, 9 a 13, 14 a 18
Control
Carmen Yoldi - Enfermera-Educación terapéutica en diabetes Hospital Sant Joan de Déu
Carmen Yoldi
Enfermera-Educación terapéutica en diabetes

El momento de la inyección de insulina puede generar ansiedad en niños y adultos que se tienen que pinchar. La ansiedad ante el pinchazo casi siempre está relacionada con el miedo al dolor que puede provocar una punción. Es una sensación normal y más evidente las primeras veces que se pincha la insulina, cuando se inicia la insulinización, tanto para los niños y niñas recién diagnosticados de diabetes como para los padres que de modo involuntario la transmiten a sus hijos e hijas.

Algunos estudios muestran que el dolor por inyección de insulina no se debe únicamente a causas físicas ni únicamente a causas psicológicas (como la ansiedad), sino que puede ser una combinación de ambas.

Las inyecciones de insulina normalmente son indoloras, pero si la aguja toca una terminación nerviosa se puede sentir un dolor punzante. Esto puede ocurrir de manera esporádica y el hecho de que pase una vez no significa que se vaya a repetir ni que vaya a provocar ningún daño en los tejidos. Sin embargo, algunas personas son bastante sensibles a situaciones que se perciben como dolorosas.

Factores que pueden incrementar la sensación de dolor ante un pinchazo

Existen diversos factores que pueden hacer que una inyección incomode y provoque una sensación de dolor.

  • El diámetro de la aguja. Para insertar las agujas más finas es necesario realizar menos presión en la punción. Cuanto mayor es el número del calibre, más fina es la aguja.
  • La longitud de la aguja. Las agujas largas pueden llegar al músculo y provocar dolor.
  • La reutilización excesiva de la aguja. La aguja que ya ha sido utilizada pierde la silicona que facilita una inserción menos traumática y la punta se hace roma, provocando una inserción más dolorosa y aumentando el riesgo de sangrado.
  • La temperatura de la insulina. La insulina administrada a temperatura fría puede aumentar la sensación de dolor. Mantener la insulina a temperatura ambiente a menos de 30 grados hace la inyección más confortable.
  • La técnica de punción. Las fibras del dolor se encuentran en la piel y atravesarla demasiado despacio o con demasiada brusquedad puede aumentar el dolor.
  • Los temores y miedos que todos tenemos ante un pinchazo también condicionan. Los temores de los padres y madres van a influir de manera negativa en la gestión del dolor. Cuanta mayor sea su aprensión, mayor será el dolor y la ansiedad que sienta el niño o la niña.
  • El contexto de la inyección. Por ejemplo, un entorno muy ruidoso y con muchas personas alrededor puede generar estrés y aumentar la sensación de dolor.
  • Algunos pacientes sienten incomodidad cuando se inyectan insulina con pH ácido, como es el caso de insulina glargina. El pH ácido provoca sensación de picor o escozor.
  • El volumen de unidades puede influir si es mayor de 45 unidades. A mayor volumen, aumenta la sensación de dolor.

Estrategias para reducir el dolor del pinchazo

Afortunadamente podemos combatir estos factores que incrementan la sensación de dolor del pinchazo con algunas estrategias.

  1. Utiliza agujas extrafinas, de calibre de 31 G y 32 G.
  2. Elige agujas que sean menores de 6 mm. Las hay de 5 mm y de 4 mm. Escoge preferiblemente las de 4 mm.
  3. Utiliza una aguja nueva para cada inyección de insulina.
  4. Puedes mantener fuera de la nevera la pluma, bolígrafo o vial de insulina que estás utilizando. En caso de que sea verano o vivas en un sitio con temperaturas superiores a 30 grados, recuerda sacar la insulina de la nevera un rato antes del momento en que debes administrarla para dar tiempo a que se atempere.
  5. Inserta la aguja en la piel con un movimiento suave, pero sin clavarla.
  6. Los familiares que estén presentes habitualmente en la vida del niño o niña deben participar desde el inicio en su proceso de aprendizaje de administración de la insulina. Esto ayudará a reducir la ansiedad que pueda provocar enfrentarse a una inyección. En caso de niños pequeños, los padres deben prepararse con antelación para evitar transmitir su ansiedad a sus hijos.
  7. Busca un espacio tranquilo cuando sea el momento de administrar la insulina.
  8. La utilización de dispositivos que ocultan la aguja, como Tickleflex®, puede ayudar a reducir la ansiedad, el miedo a las inyecciones y el dolor asociado. También son útiles los dispositivos que se ponen cada tres días y a través de los cuales se inyecta la insulina. El i-Port Advance™ ha dado resultados satisfactorios y podría ser una buena estrategia al inicio del tratamiento.
  9. El uso de vibración, temperatura fría o presión sirve para distraer la atención y atenuar los nervios. Son estrategias basadas en la teoría del control de puertas de la percepción del dolor, que afirma que los estímulos no dolorosos contribuyen a que la sensación de dolor no llegue al sistema nervioso central. Es decir, la estimulación no nociva es capaz de suprimir el dolor.
  10. El umbral de dolor en la población infantil es más bajo que en la adulta, principalmente en los más pequeños. Es interesante considerar técnicas de distracción o terapia de juego como, por ejemplo, dejar que el niño o niña inyecte el boli en un peluche mientras se le administra la insulina.
  11. Los niños y niñas mayores responden bien a terapias cognitivo-conductuales como la visualización guiada, las técnicas de relajación, la exposición gradual, el refuerzo positivo y la programación de incentivos.
  12. El miedo y la ansiedad pueden reducirse haciendo que tanto el progenitor como los niños y niñas se pinchen sin poner insulina, simulando su administración. Con frecuencia se sorprenden y se calman por lo indolora que resulta la inyección.
  13. La composición de la insulina no se puede cambiar. Si la molestia que se siente al administrar insulina glargina es insostenible, consulta con tu equipo médico para valorar si es aconsejable cambiar a otro tipo de insulina de acción lenta.
  14. Algunas personas con dosis de insulina superiores a 45 unidades en una inyección optan por administrarla en dos veces para evitar que sea tan dolorosa. Existen algunas insulinas con mayor concentración que permiten administrar la misma dosis pero con un volumen menor, ayudando así a reducir el dolor. Consulta con tu equipo de diabetes para valorar esta posibilidad. 
  15. El uso de pomada anestésica favorece que la zona sea menos sensible. Recuerda que se debe aplicar 30 minutos antes de la inyección y retirar bien los restos de pomada antes de pinchar la insulina.

Si aplicando estas estrategias el dolor persiste, consulta con tu equipo de diabetes. Es posible que haya que supervisar la técnica de punción.

Última modificación: 
18/02/2022