"Desde que tengo diabetes tipo 1, he tenido que superar todo tipo de retos"
A Adrià le diagnosticaron diabetes tipo 1 justo dos semanas antes del confinamiento por la pandemia de COVID-19 en marzo de 2020. Después de una semana hospitalizado y cuando ya estaba dispuesto a reanudar el ritmo escolar, todo se detuvo. Para casa, y debajo del brazo, la recién diagnosticada diabetes tipo 1. Tenía 14 años.
Su madre, Cecilia, explica que la coyuntura no les facilitó la adaptación a la nueva realidad. Además, tampoco conocían demasiado la enfermedad, ya que no había ningún caso en la familia. Pero poco a poco, todos se fueron adaptando y él aprovechó el tiempo de confinamiento para realizar ejercicio físico en casa.
El deporte y el control del azúcar en sangre
Adrià es todo un experto en la práctica deportiva y la gestión de la diabetes tipo 1. El trabajo físico ha sido una constante que ha mantenido inalterable con el paso del tiempo y que ha consiguido llevar a la práctica con toda seguridad. Está muy pendiente de los cambios en los niveles de glucosa en sangre. Esto le ha permitido tener un alto conocimiento de sí mismo y saber cómo reaccionará su cuerpo ante casi todo tipo de ejercicio.
Por ejemplo, ha constatado que una bajada en bicicleta le produce hiperglucemia y que en la práctica de HBX Boxing, un tipo de rutinas de alta intensidad combinadas con artes marciales, “el azúcar tiene una tendencia irregular y es difícil de predecir porque este ejercicio combina cardio y entrenamiento anaeróbico”.
La clave del éxito: el ingenio y la previsión
Pero si una buena gestión de la diabetes es posible, lo es aún más si se dispone de la destreza de Adrià. Una habilidad que pasó completamente desapercibida para las 600 personas que asistieron a la representación del musical de "Team Beach" que el equipo escénico del Centre Juvenil dels Salesians de Sant Boi llevó a los escenarios a final de curso.
En este musical, Adrià interpretaba el personaje principal, Taaner. Para él, al desafío teatral se le añadió otro reto: controlar el azúcar en sangre. Por un lado, ya preveía que bailar le produciría un descenso de la glucemia, pero, por otro, también sospechaba que la adrenalina le provocaría la reacción contraria.
Para hacer frente a cualquier tipo de contingencia, Adrià anotó en el guion los momentos clave en los que tenía que medir la glucosa y, en paralelo, creó tres puntos de avituallamiento (con azúcar y zumos) entre bambalinas.
Todo fue sobre ruedas. ¡Reto superado!
Sentirse uno más
Después de una temporada tan activa y exitosa, ahora toca algo de descanso. Adrià acaba de volver de colonias. Es el segundo año que se marcha unos días a los campamentos que organiza la Associació de Diabetis de Catalunya (ADC)
Allí se siente uno más. Cecilia está muy a favor de estos campamentos: “Cuando debutó, el año pasado, le fue muy bien ir porque vio un entorno de adolescentes como él. Chicos y chicas que también debían pincharse, mirar el azúcar,… Bromeaban, y eso le ayudó a aceptar y normalizar la diabetes”.
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