Hospital Sant Joan de Déu Barcelona

¿Qué es eso del debut?

Niño hospitalizado
Edad: 
0 a 5, 6 a 8, 9 a 13, 14 a 18
Noemí Carayol - Madre de niño con DM1
Noemí Carayol
Madre de niño con DM1

¿Debut…? ¿Qué quiere decir eso…? ¡Si mi hijo sólo tiene 3 años! Es muy pequeño, no es ningún artista para hacer un debut.

Desconcertada, desorientada, disgustada, deprimida, destrozada, desbordada. Todos ellos son adjetivos que empiezan por “d”, como lo hacen debut y diabetes. Y todos ellos describen cómo me sentí la tarde del 13 de abril de 2010, en la que el médico de urgencias del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, me dijo, con mucho cariño y muchísimo tacto, ” mamá: no se preocupe, que ahora le vamos a explicar lo que le sucede a su hijo. Su hijo tiene lo que en medicina denominamos un debut diabético.

A partir de ese momento, nuestras vidas, y sobre todo su vida, iban a cambiar. El día a día sería diferente a todo lo que nos habíamos imaginado que sería, o lo que venía siendo hasta el momento.  No peor, sino diferente.

La historia del debut no es para todos igual, pero seguro que todas tienen varios puntos en común. La de mi pequeño Arnau fue así: sin tener todavía tres años y sin haber probado muchos dulces, ni galletas y sin haberle llamado mucho la atención los bizcochos o las magdalenas, me di cuenta que empezó a sentir especial ansia por comer alimentos azucarados. A su vez, tenía gran necesidad de beber y beber cantidades enormes de agua. A todas horas tenía sed, sumado, claro está, a tener que hacer pipí cada cinco minutos.

Observé a Arnau durante dos o tres días, y entonces empecé a sentirme inquieta. El primer día puedes pensar que tiene el día goloso o hambriento porque está creciendo, y que hace tanto pipí porque bebe más agua. Al segundo día piensas que serán cosas de niños. Pero al tercero, te preocupas porque no es normal su gran apetito y sed. Así que una tarde me propuse controlar y medir qué cantidad de agua se bebía para tener una referencia, y el resultado fueron más de 2 litros y medio de agua en menos de 6 horas.

Esa noche no pude dormir pensando en qué era lo que le podía suceder, y no encontraba explicación. Hasta ese momento yo era una completa ignorante en esta enfermedad, no conocía a nadie con diabetes tipo 1, y en la familia no había nadie que padeciera diabetes de ningún tipo, por tanto era difícil identificar los síntomas.

Lo llevamos de urgencias al pediatra, que nos programó una analítica de sangre. Una hora más tarde, ya nos encontrábamos en un box de las urgencias del Hospital, a las puertas de nuestra nueva vida.

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