Las colonias, experiencias únicas para niños y jóvenes con diabetes
El verano y el calor son sinónimos de... ¡vacaciones! Esta es una época especial para los niños: han terminado el curso escolar y esto les ofrece multitud de oportunidades para descansar, distraerse, pasarlo bien, y por qué no, también para aprender de una forma diferente.
En la Associació de Diabetis de Catalunya, el verano también es sinónimo de hacer mochilas para ir de colonias y campamentos. Aprovechamos el ambiente distendido, el contacto con la naturaleza (lejos de las tensiones hospitalarias y la familia) y la convivencia con otros chicos y chicas (y algún monitor), que también tienen diabetes, para complementar las actividades de ocio convencionales con otras acciones educativas relacionadas con el propio tratamiento de la enfermedad.
El objetivo de les estancias es conocer nuevos sitios, hacer nuevos amigos, aprender diferentes maneras de hacer y de ser, tomar decisiones, opinar, trabajar en equipo, compartir y ayudar a los demás... Todos estos aprendizajes permiten que los niños consigan una mejor adaptación al tratamiento y a la actividad de cada día, favoreciendo el desarrollo personal, mejorando la autonomía, la autoestima y el autocontrol.
La diabetes nos obliga a tomar decisiones constantemente, interpretar datos y tener suficiente seguridad en uno mismo para alcanzar un buen control que nos permita seguir el día a día como cualquier otro niño o joven. ¡Que se lo digan a los jóvenes que este año han vuelto a alcanzar un pico de los Pirineos!
La diabetes no es un impedimento para nada y por eso la integramos dentro del horario de las estancias, dándole un espacio privilegiado antes de cada comida. Es el momento de hacer los autocontroles y pactar las dosis de insulina con el personal médico y de enfermería, calcular las raciones que tocan en cada comida con los/las dietistas y hacer los descansos que sean necesarios durante los juegos para remontarcualquier hipoglucemia. El objetivo es poder continuar disfrutando al máximo.
La actividad física es una de nuestras mejores aliadas, pero también a veces tenemos que aprender a manejarla, ya que sabemos que una actividad más intensa de lo habitual y mal programada puede redundar en algún desajuste que hay que prevenir y aprender a resolver. Es por eso que el personal de enfermería, dietética y los médicos nos enseña qué tenemos que tener a mano cuando nos vamos de excursión o a la piscina, por ejemplo.
Aprender a calcular las raciones de carbohidratos que lleva una pizza, identificar nuevas zonas de punción, pincharse solo, explicar cómo fue nuestro debut sin que te miren con cara rara, hacer una hipoglucemia sincronizada con nuestro compañero de juego cuando estábamos a punto de hacer el mejor gol, dejarnos el pinchador cuando vamos de excursión y que aparezcan 10 compañeros para ayudarnos, encontrarnos azucarillos por todos los rincones y bolsillos o no poder hacernos un control porque llevamos las manos llenas de pintura son algunas de las muchas anécdotas que compartimos estos días.
Las colonias nos ayudan a mejorar la autonomía y el autocontrol. Cuanto más competentes seamos con la diabetes, más nos conoceremos a nosotros mismos, y esto ¡nos hará más poderosos!
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