escuela
Rubén, maestro de Educación Primaria, nos cuenta cómo se ha sentido y qué ha hecho tras la incorporación al aula de un niño con diabetes tipo 1.
Todos sabemos los miedos que nos genera tener a nuestros hijos con diabetes en el colegio durante 8 horas diarias. Quiero contaros mi experiencia personal sobre cómo resolver esta angustia ayudándonos de algo tan ususal hoy en día como un móvil y, por supuesto, de la colaboración inestimable del profesor/ora y del monitor/a del comedor.
Otro gran reto, otro gran miedo. ¿Cómo sería pasar tantas horas fuera de casa? ¿Cómo sería estar con personas que no fuéramos nosotros, sus padres o abuelos? ¿Con personas que no saben de diabetes? ¿Cómo podré soportar no ser yo quien controle su diabetes a cada momento?