Hospital Sant Joan de Déu Barcelona

No estás solo/a

Manos agarrándose mostrando apoyo - Pixabay - CC0
Edad: 
0 a 5, 6 a 8, 9 a 13, 14 a 18
Soraya Díaz - Madre de una niña con DM1
Soraya Díaz
Madre de una niña con DM1

Cuando te dicen que tu hijo o hija tiene diabetes se te cae el mundo encima. No encuentras consuelo alguno. Te sientes como si estuvieras fuera de todo.

Quizá tu familia y tus amigos están, pero, por decirlo de alguna manera, no entienden lo que necesitas. Te sientes como en un país donde no hablan tu idioma. Pero no estás solo/a. Busca la empatía de la gente. Ésta existe.

Además, hay gente que está viviendo la misma situación, los mismos momentos, que siente lo mismo que tú o lo ha sentido antes. Gente que no conoces pero que, si hablas con ella, parece que exista una relación desde hace mil años.

Expresar los sentimientos que nos invaden en cada momento, compartir situaciones vividas con la diabetes de tu hijo, conocimientos adquiridos, ideas para hacernos más visibles en la sociedad, etc. es más necesario de lo que pensamos.

El mes de marzo de este año ha hecho cuatro años del debut de nuestra pequeña. Tenía entonces sólo 13 meses; ahora ya, 5 años. Y, a día de hoy, nada es como antes, pero tampoco nada es como en el momento del debut. No es que todo sea maravilloso, podría ser mejor, claro. Pero al menos, es. A día de hoy, recibimos apoyo de mucha más gente de la que podíamos imaginar; y no hablo de familia, hablo de gente que incluso ni conoces en persona: gente virtual. 

Personalmente, nunca podré agradecer lo suficiente el tener la oportunidad de pertenecer al grupo de Facebook “Noches Sin Dormir”. Gente de todas las edades que tienen diabetes, padres y madres de niños y niñas que tienen diabetes; todos comentan, te escuchan, te leen, te entienden. Siempre están ahí, sea la hora que sea, siempre encuentras a alguien que te da consejo en base a su experiencia o que, si no lo tiene, te da energía positiva para que superes ese mal momento que estás atravesando, quizá en horas intempestivas.

Sin saber cómo ni por qué, con el paso de las semanas, los meses, los años, conoces a personas increíblemente especiales que no hubieras conocido seguramente, si no es por la inoportuna circunstancia que te ha tocado vivir. Gracias a ellas, y casi sin darte cuenta, acabas colaborando aquí y allá, sin ánimo de lucro, más que por la satisfacción que supone el luchar por el bienestar de lo que más te importa: tu hijo/a. En mi caso, colaborando con el Centro para la Innovación de la Diabetes Infantil (CIDI), un proyecto liderado por un grupo de profesionales del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, que ha contado desde el principio con padres y madres de niños que tienen diabetes, haciéndonos partícipes de todo.

No estamos solos y juntos podemos conseguir muchas cosas que mejoren la calidad de vida de nuestros dulces guerreros.

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