Adrià tiene diabetes desde los 14 años. Su diagnóstico llegó casi en paralelo al confinamiento por la COVID-19. En este tiempo, Adrià ha conseguido llevar un control exhaustivo de la glucosa en sangre que le permite realizar todo lo que se propone.
En cualquier ámbito de la vida, a medida que nuestros hijos se hacen mayores les vamos delegando responsabilidades, así promovemos su autonomía y su capacidad de tomar decisiones.